¿Puede un niño/a sordo/a aprender a solfear o leer e interpretar música con un instrumento? La respuesta es sí. Los resultados conseguidos con una alumna hipoacúsica con implante coclear así lo demuestran.
La belleza de los sonidos llega a nuestro oído por vibraciones, es el cerebro a través de las vibraciones producidas por el tambor del oído interno el que traduce o interpreta esas vibraciones. Un hipoacúsico o un sordo pueden perfectamente sentir las mismas vibraciones aunque no puedan traducirlas, incluso serían vibraciones receptivamente distintas a las nuestras pero fundamentalmente reconocibles e identificables, lo cual es básico para el aprendizaje de la música.
El ritmo sería lo mas significativo para estos alumnos/as. Un/a sordo/a total puede llegar a sentirse en una discoteca, alegre, molesto/a, etc., y todo dependería de las vibraciones que sintiera en ese momento. Sin entrar en especificaciones técnicas, últimamente la música que se escucha depende principalmente de la aceleración del bajo continuo, es decir, la acentuación excesivamente marcada del primer tiempo de todo tipo de compases por lo que en un lugar reducido con una cantidad de vatios excesiva, las vibraciones se pueden sentir hasta en la ropa (pongamos el caso del bacalao, rap o hip-hop). Las vibraciones que un sordo/a pueda sentir serán la base para el aprendizaje de la lectura e interpretación musical.
Saturnino Acosta García
Colegio Público Gonzalo Encabo, Talayuela, Cáceres (España)
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